El estado de Tabasco ocupa el 1.3% del territorio mexicano, sin embargo cuenta con enormes recursos y riquezas de los que estamos muy orgullosos.
Para muchos, lo mejor de Tabasco está reflejado en lo mejor de su gente; su idiosincrasia natural proviene de un rico legado que tiene su origen en la cultura más antigua de México: la Olmeca, que trascendió al desarrollo de un pueblo cuyo linaje respira y se transforma en la cultura Maya y Zoque.
Sus profundas raíces y recursos naturales, riqueza energética, natural tropical y abundancia de agua, hacen de este hermoso estado el edén de México. Es uno de los lugares más prósperos del país, por su ubicación estratégica es la puerta de entrada al Sureste del país y al Mundo Maya. Colinda al Oeste con Veracruz, al Sur con Chiapas, y al Este con Campeche y la Republica de Guatemala.
Tabasco es también tierra del cacao, la “semilla – dinero” que transformada en chocolate conquista al mundo, ganadora del reconocimiento como la mejor semilla del mundo, en Francia.
Fue aquí donde se entregó a la Malintzi con veinte doncellas, al conquistador español Hernán Cortés, dando lugar al nacimiento simbólico del mestizaje y también donde se libró la primera batalla en tierra firme, por la conquista de México.
Hablar de Tabasco es tan extenso como sus más de 191 kilómetros de litoral marino, con los que colinda al Norte con el Golfo de México. Su flora y fauna excepcional se expresan en las letras de Carlos Pellicer y José Gorostiza, entre otros. Tabasco es un sinfín de oportunidades para conocer, descubrir, sentir, y disfrutar de gratos e inesperados momentos, que hacen del Estado ese verdadero edén en eterna transformación.